Echo de menos a mi abuela

Ya hace casi 10 años que mi querida abuela no está con nosotros, y aún así hay pocas semanas que no me acuerde de ella. Cada vez que paso por la calle donde vivía no puedo evitar mirar hacia la terraza en la que siempre se sentaba a ver pasar la vida y desde la que me saludaba cuando yo pasaba por allí. Es como un acto reflejo, miro aquella terraza y me sigue dando la impresión de que falta algo, más bien falta alguien.

Es curioso que en los últimos tiempos (tiempos buenos, alegres y de felicidad) me acuerdo aún más de ella. Quizás porque me gustaría poder estar compartiendo estos buenos momentos también con ella. Me encantaría que viese a su bisnieta echa ya una adolescente, lo "lista y estudiosa" (como diría ella) que es, que conociese a mi chocolate "Y" y se alegrase al ver la suerte que ha tenido su nieto al poder compartir su vida con alguien así. Me gustaría llevarla a los toros. A ella le encantaban y siempre los veía en televisión, pero nunca fue a una corrida. Yo en aquellos momentos no era consciente de cuánto le podría haber encantado ir a una corrida de verdad.

Y es que mi abuela es, sin duda alguna, la mejor persona que yo he conocido, al menos hasta el día de hoy. No recuerdo haberla visto nunca enfadada. Siempre estaba sonriente y deseosa de escuchar lo que tuvieses que contarle. Si había problemas en casa, siempre intentaba mediar para que se solucionasen, y lo mismo en la familia (ojo, sin entrometerse). Siempre pendiente de sus hijos, de sus nietos, de la familia, de hace feliz a todo el mundo, aún a costa de su propia felicidad.

Mi abuela se murió teniendo 96 años, y nunca en su vida estuvo en un hospital, afortunadamente no lo necesitó. Ese era probablemente su mayor temor, el tener que estar o morir allí. Era una mujer muy inteligente y culta, aunque no tuviese ningún estudio. Nació en un pueblo (que hoy ya no existe) de las montañas de Asturias con el anterior siglo, en 1900 y a pesar de eso, y de haber vivido casi toda su vida en la montaña (excepto sus últimos 25 años en Gijón), era una mujer realmente moderna que le gustaba leer, opinar y comprender todo lo que ocurría a su alrededor.

Recuerdo tantas cosas... pero no tengo tiempo para escribirlas. Recuerdo que una vez siendo yo ya un adolescente, y en tono de confesión, me contó que siendo ella pequeña había ocurrido una cosa en el pueblo que había conmocionado la vida en aquel lugar. No recordaba bien su edad, pero dijo que era pequeña (quizás 5, 8, seguro menos de 14 años). Un día aparente normal, de repente los animales se empezaron a poner nerviosos y sin ninguna otra señal, la luz del día se tornó oscuridad "haciéndose de noche" a mediodía. Toda la gente corrió asusta y se metió en sus casas pensando que se avecinaba el fin del mundo (no estoy exagerando, y recuerdo perfectamente su cara contándomelo). Pasó un ratito y volvió a hacerse de día. El pueblo volvió a la normalidad y nadie supo qué había pasado (ella incluida). Yo supuse que habría sido un eclipse e investigué como pude para averiguarlo (en mi adolescencia no había Internet ni google ;)). Efectivamente España sufrió 3 grandes eclipses totales en el siglo XX, uno en 1900, otro en 1905 (que creo que es al que hacía referencia mi abuela) y otro en 1912.

Le conté y traté de explicar qué era un eclipse, por qué se producía, y algunos otros detalles. Ella se quedó maravillada, y sin decírmelo, quise ver que algo en ella se tranquilizaba al dar a explicación a semejante fenómeno "inexplicable" que había vivido en su infancia. También recuerdo haber pensado entonces, que era increíble que la gente en este país (!?!?!) en algunos sitios estuviese tan aislada y desinformada como lo estaban. Pensé también que la mayoría de las películas de indios y vaqueros (yo siempre estuve a favor de los indios, por cierto) que yo veía por las tardes los sábados estaban ambieantadas en momentos que coincidían en muchos casos con la infancia de mi abuela, o pocos años antes. Vayaaa! mi abuela podía haber sido una de esas niñas que habían nacido en una granja del lejano oeste si hubiese nacido en otro país, había vivido las 2 guerras mundiales, la guerra civil, era un libro de historia..... (qué cosas se piensan cuando se es niño).

Podría contar muuuuchas más cosas sobre mi abuela, algunas terribles de su vida y otras maravillosas. Pero siempre la recordaré sentada en su terraza sonriente y saludándome, o jugando conmigo cuando era pequeño, o escuchándole recitar los romances que aún con su edad recordaba. Ella sigue muy presente aún en mi vida y sé que aunque no puedo compartirlo todo con ella, ahora en algún lugar ella sonríe al ver a su "Peligrosín" feliz (he de confesar que era su nieto preferido .... :)).

Abuelita, te quiero y te echo de menos. Te seguiré recordando toda mi vida e intentaré acercarme lo más posible a la bondad y felicidad que tú quisiste y supiste transmitir a todos nosotros. Siempre has sido y serás un ejemplo a seguir para mí. TE QUIERO.

Imagen tomada ayer en la playa del Arbeyal en Gijón