Y llegó la lluvia

Esta mañana me he levantado a las 6:45h en medio de las montañas de Boal. Diluviando he cogido el coche camino a los deberes, personales y profesionales (viaje complicado, con mucha lluvia y "arroyos" cruzando la carretera), pero como estos días la tarea que tengo es terminar la documentación del proyecto del último cliente, he decidido quedarme en casa teletrabajando.

Estoy en el despachito de casa, viendo como llueve fuera, mientras escucho la banda sonora de La Terminal (muy adecuada para un día así), y hago el mayor esfuerzo por ponerme a escribir de forma continuada. No lo consigo. Siempre me pasa igual. Me cuesta empezar, pero una vez que coja el ritmo podré pasarme varios días sin parar. Nadie vaya a creer que el escribir documentación técnica no tiene nada de creativo. Lo tiene, y mucho. Así que aquí estoy, delante del portátil y el documento Word casi en blanco. Cada 10 minutos se me ocurre algo, "voy a mirar algún viaje barato", "cómo estarán los vuelos con RyanAir", ... y así sigo, sin ganas de trabajar (¿qué curioso y extraño, verdad?).

Sigue lloviendo. A mucha gente esto le deprime, pero a mí en estas fechas me gusta. Esta sensación de calidez del hogar siempre me ha atraído mucho. Este fin de semana no tenemos que tocar, así que promete bastante. Quizás volvamos a las montañas, o no, quizás nos quedemos en casa disfrutando de la tranquilidad... ya veremos, improvisaremos algo.