Como fue

lunes, julio 18, 2005

Sexo, Drogas y Rock&Roll

Esta tarde hemos estado viendo en el DVD Ray. Después de ver la película y llorar un poco (soy muy llorón, y desde que soy padre, mucho más), debo contaros los recuerdos que me trajo esta película y el hecho de que Ray Charles estuviese enganchadísimo a las drogas, pero en sus actuaciones no lo pareciese. Y es que años atrás (ahora que lo pienso ya debe hacer como 12 años o así) yo estuve tocando más de un año con un buenísimo baterista, antiguo componente y fundador de uno de los grupos de rock más importantes de los 80 en este país, que para su desgracia era un yonkie consumado. Su droga era la heroína. Bebía cafés por litros y tomaba medicamentos varios para acompañarlo. Vivía en una especie de hostal en compañía de su novia, que era prostituta (tiempo después me enteré que su anterior novia, con la que había estado desde la adolescencia, había muerto por sobredosis, como la gran mayoría de sus compañeros).

En aquél entonces necesitábamos un batería para completar la formación, y el cantante (del que también tengo una historia muy "divertida" que algún día contaré....), dijo que llamaría a un amigo suyo que era muy bueno y había sido el batería y fundador de "tal grupo", lo que nos dejó con la boca abierta y deseando conocerlo.

Quedamos en una cafetería y aún recuerdo como si fuese hace 5 minutos la primera vez que lo ví. Era el mes de Junio y hacía calor. La puerta del local se abrió y apareció un hombre de 1,65cm más o menos, de unos 38 años, muy delgado (seco!) y blanco, nariz prominente y ojos hundidos, pero muy azules. Tenía el pelo moreno y largo por la mitad de la espalda y un bigote enorme que no dejaba ver la ausencia de la mayoría de los dientes de su boca (como más tarde sabríamos). Venía enfundado en unos vaqueros de pitillo ajustadísimos que se introducían en unas botas de cowboy marrones que le llegaban casi hasta la rodilla, mientras como única prenda en el tronco superior (además de diversas pulseras de cuero y collares) vestía un curioso chaleco de ante que brillaba como si fuese de cuero. Era un rockero (su harley podría haber estado aparcada fuera tranquilamente).

El cantante se apresuró a decir "hombre D!, bienvenido". Nuestras caras (las del resto del grupo, C, J y yo) eran de.... ¿sorpresa?. Realmente creo que esperábamos otra persona :-P. Si hubiese venido vestido con un disfraz de rana azul, creo que se nos habrían quedado las mismas caras. Hablamos durante 20 minutos aproximadamente (mientras él se tomaba 2 cafés sólos en vaso de whisky) y nos sorprendió ver lo agradable y simpático que era (creo que habríamos esperado que nos dijese "bueno nenazas, qué cojones es lo que tocáis vosotros!"). El caso es que a los 15 minutos de charla ya no veíamos sus "pintas" si no a un buen músico y mejor persona, lo que dejó más que demostrado cuando tocó unos temas de prueba con nosotros esa misma tarde en el local de ensayo. Después de haber tocado con el último batería.....

Inciso: el anterior batería era Manolo, "el peor batería con el que he tocado". Conocido por no lavar su seat Fura durante varios años y como él decía en cuanto tenía oportunidad, "tirarse unos pedos por las mañanas que era capaz de masticarlos" (!?!?!). La polirritmia para él no existía y todos los ritmos que sabía los asociaba con frases que se los recordasen, por ejemplo el pasodoble era "pun chin pun chin pun chin pun" (sí, para él eso era una frase) y el merengue (sin duda aún mejor), "caliente caliente tacatacatá, caliente caliente tacatacatá"...


... bueno, decía, que después de haber tocado con el último batería, tocar con D era como si tocásemos con Horacio "El Negro" Hernández (para mí uno de los mejores baterías del mundo hoy por hoy). El caso es que, por supuesto comenzó a tocar con nosotros, con lo que el nivel musical del grupo subió varios grados. D era muy bromista y alegre, aunque era un mercenario. Se divertía tocando, pero tenía claro que para él lo principal era el dinero y el resto era secundario. Con el tiempo nos fuimos conociendo más y él y yo llegamos a tener una gran confianza (¿amistad?).

Supe que era heroinómano desde los 16 años (cuando había ido como voluntario a la "mili" en Ceuta) y que la mayoría de los que habían comenzado a pincharse cuando él, ya estaban muertos. Supe de la muerte de su novia de toda la vida por la misma causa. De sus andanzas cuando "era famoso" y las apuestas entre los integrantes de ese famoso grupo para ver "quién se follaba a la más fea, o a la más gorda o a la más alta" porque el resto de supuestos ya los habían conseguido en otras ciudades. De sus peleas con otros grupos rivales. Supe de la tristeza de sus padres por ver cómo su hijo se moría en vida. Supe de cómo se pinchaba en la yugular porque el resto de sus venas se rompían al mínimo contacto con cualquier jeringuilla. También supe de su trabajo nocturno como proxeneta (él lo llamaba chulo putas) de prostitutas de la calle. Y por supuesto supe de sus constantes deseos de dejar "la puta droga" que estaba acabando con él y lo volvía loco. Supe que casi cada día se despertaba en mitad de su noche (que solía coincidir con la mañana del resto del mundo) gritando y llorando sin saber por qué. Curiosamente supe todo esto de su boca, ya que en el más de un año que tocamos juntos, ensayamos, cenamos, etc. NUNCA llegué a verlo colocado. Siempre cumplió (y más que cumplió musicalmente) con su obligación como músico e integrante del grupo y si no fuese por la confianza que teníamos con él, salvo sospechar que era un tipo realmente raro que siempre llevaba manga larga y algo debería esconder, nunca hubiésemos sabido ninguna de estas cosas.

Nunca, si no hubiese pasado lo que pasó. Un día tras terminar de tocar y mientras estábamos cambiándonos en los camerinos, él me miró fijamente y me dijo "Peligroso, me estoy volviendo loco". Mientras me decía eso, su cabeza iba girando como sin llegar a un tope (exactamente igual a la niña del exorcista) y se desplomó en el suelo convulsionándose (llevando un fuerte golpe en la cabeza, por cierto) y echando espuma por la boca. Yo supuse que sería un ataque epiléptico y llamamos a urgencias. En unos minutos apareció en el lugar una ambulancia que lo trasladó al hospital más cercano. Nosotros lo acompañamos.

Esperamos un par de horas y un médico nos informó de todo. Su sistema nervioso había sufrido un colapso, probablemente debido a tanta ingestión de droga. Nos comentó que se veía que llevaba muchos años consumiendo y que era un milagro que estuviese vivo. No tenía una vena donde poder ponerle el suero. Tenía un quiste en el cuello infectado por pincharse en la yugular (lo que según nos comentaba el médico, ponía en peligro su vida cada día que se inyectaba). Se estaba quedando ciego a causa de no sé qué hongo que existe en el limón que al cortar la heroína e inyectarlo en vena, viaja por el torrente sanguíneo y acaba alojándose en una parte del ojo y produciendo ceguera. No le quedaba ningún diente, sólo algún colmillo y muelas. Se le habían caído a causa de la droga. El médico, muy amable, nos comentaba que ya era difícil encontrar a alguien así y nosotros le comentábamos que, sorprendentemente él siempre parecía estar dispuesto a trabajar, animado y que nunca lo habíamos visto colocado. El médico nos comentó que se debía a su naturaleza fuerte y a sus muchos años de convivencia con la droga.

Tras ese ataque D quedó una temporada poco menos que inválido y nosotros tuvimos que buscar otro batería. Yo seguí visitándolo para ver si necesitaba algo. Andaba con 2 muletas y casi no podía hablar. Días después me dijo que si podía llevarlo a casa de sus padres (vivían en un pueblo alejado de la ciudad) y por supuesto le dije que sí. Me dijo que ya no podía más y que iba a dejarlo. Que esta vez era la definitiva. Que lo dejaría en casa de sus padres y pasaría el mono allí. Yo le animé todo lo que pude y ya en casa de sus padres me despedí de él con un fuerte abrazo como el que se le da a alguien que no sabes si volverás a verlo nunca.

Lo llamé días después. Sus padres me dijeron que estaba intentando recuperarse. Después cada ciertas semanas (parecía que había mejorado), luego meses y perdimos el contacto. Un año después me lo encontré en la Semana Negra. Casi no lo conocía. Habría engordado 15 o 20Kgs. Su mirada era más alegre, como la de un adolescente. Casi se le saltan las lágrimas al verme. Me contó que lo había conseguido, que seguía en casa de sus padres en el pueblo y que nunca más volvería a caer. Yo lo animé y juntos recordamos algunas anécdotas que nos pasaron juntos. Cada uno siguió su camino y tiempo después me enteré que estaba tocando en bodas con sus hermanos y estaba "limpio".

Pasó el tiempo y los años. Yo me fui a vivir a Madrid, y su recuerdo había quedado aparcado en mi memoria. Estando buscando en distintos foros de Internet componentes para formar un grupo de salsa allí en Madrid, me encontré con un anuncio que hizo que mi corazón diese un brinco. Alguien se ofrecía como profesor de batería, con experiencia, todo tipo de ritmos, baterista y fundador de importante grupo de rock a nivel nacional de los 80. Fimaba el anuncio como D y adjuntaba un teléfono de Bilbao (empezaba por 94). Me dije a mi mismo que no podía ser. ¿En Bilbao?. Pero, ¿y si era?. No pude resistirlo y llamé por teléfono. Saltó un contestador en el que una voz de mujer decía que ahora no estaba y si quería que dejase un mensaje. Mientras lo oía me decía que no podía ser posible, pero... dejé un mensaje: "Mmm... hola, soy ElPeligroso,... no sé si este mensaje puede tener algún sentido para quien lo oiga,... llamo por el anuncio del foro de Internet..... mmm.... D, ¿eres tú?. Soy ElPeligroso, recuerdas?. Si lo eres llámame al 6XXXXXXXX, si no, olvide este mensaje y disculpe las molestias." Dejé el mensaje hacia las 12 de la mañana y tuve la sensación de haber hecho una gilipollez y que alguien estaría en Bilbao diciendo "hay que ver lo loca que está esta gente que navega por Internet". Me fui a comer al VIPS y regresé a trabajar.

A eso de las 5 de la tarde un número de Bilbao aparecía en mi móvil. Me estaban llamando. Me puse nervioso. Contesté. ¡JODER! Erá él!!! :) Me contó que seguía limpio, que había estado tocando una temporada con sus hermanos, pero que allí estaba demasiado cerca de todo el antiguo "ambiente" que conocía y decidió irse. Ahora estaba en Bilbao. Vivía con una "chiquita", como él la llamaba, encantadora que le trataba muy bien. Estaba tranquilo y feliz. Daba muchas clases a "chavaletes con ganas de tocar rock&roll" y se ganaba un dinero. Cada 3 frases me volvía a decir que seguía limpio y que seguiría así, pero que no pensaba volver a nuestra tierra, porque tenía miedo a caer. Que le había sorprendido y alegrado muchísimo mi llamada. Yo le conté de mi vida, de mi hija, de mi trabajo y de la alegría que me había supuesto volver a hablar con él y oirlo tan bien. Le deseé lo mejor (de corazón, emocionado y no como una frase hecha) y ambos nos dijimos que quién sabe, quizás algún día volveríamos a coincidir. Me despedí y le dije "Adios amigo mío" con la certeza de que probablemente esta había sido la última vez que hablaría con ese buen amigo.

Han pasado más años y no he vuelto a saber de él. De vez en cuando me acuerdo de sus caras, de cómo tocaba y de cómo nos divertíamos ("Joder! cómo cojones queréis que coma este bocadillo de calamares si no tengo un puto diente!!!!... joder!! es que parecéis tontos!!! ... Peligroso, unas croquetinas todavía..., pero calamares... cómo coño los muerdo!!"). Ultimamente lo recuerdo aún más porque el grupo del que fue fundador, ahora está volviendo a actuar, giras por latinoamérica, televisión, etc. pero él ya no está (había acabado muy mal con el cabecilla del grupo). Realmente no sé si aún estará en algún sitio aquí. Teniendo en cuenta el estado de salud que tenía, aunque estuviese "limpio" no le quedarían muchos años de vida. Al menos tengo la esperanza que los que haya tenido o aún le queden sean de felicidad y claridad. Sin drogas ni malos rollos y disfrute de lo que más le gustaba: la música.

D, estés donde estés, espero que algún día volvamos a tocar juntos, aunque sea en ese sitio que llaman cielo, porque si existe, estarás ahí seguro. Tranquilo, que esta vez llevaré croquetas.... o unos calamarinos a la romana para reirnos un buen rato juntos!

Comienzo Discurso Paternalista
¿Te gustaría ver a tu hermano/a, amigo/a, padre o madre así? A mí NO. Tampoco me gustaría verte a tí. Si no sabes lo que son las drogas no las tomes. No creas que las pastillas son mejores. Son diferentes. No se te caerán los dientes o te quedarás ciego, pero tu sistema nervioso sufrirá aún más y al cabo de pocos años tendrás brotes de esquizofrenia, psicosis paranoide, despersonalización y distorsión de la realidad, suponiendo que aún sigas vivo.
Fin Discurso Paternalista

Lo siento, no me gusta dar estos discursos, pero soy extremadamente sensible al tema de la droga. Mañana espero contar algo más alegre. Me voy a la cama.

2 Comentarios:

  • At 8:29 a. m., Blogger laceci said…

    Off topic:
    Sujetadores para tetudas: El problema no es tanto lo de encontrarlos, si no que sean preciosos y no de abuela....
    En Madrid, en casi todas las franquicias de ropa interior hay copas especiales (C, D, E...) Pero además en SS de los Reyes, donde el IKEA hay una tienda de ropa que se llama KIABI, donde venden sujetadores chulísimos de muchas tallas.
    Salu2
    PS: asumí que estas en madrid...

     
  • At 11:53 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Una vez más, me has hecho llorar Hay tantas cosas que aún nosé y tienes que contarlas es largo el blog,pero necesario.Ánimo ya veras como sabes algo de D y seran buenas noticias.Hasta podeis comer unas croquetas juntos ;)

     

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