Como fue

martes, septiembre 12, 2006

Caminante, no hay camino....

... Se hace camino al andar...

Eso pensaba yo el sábado cuando iba caminando hacia el extinto pueblo de mi madre. Y no lo pensaba sólo por lo inaccesible del lugar, los desfiladeros, riachuelos y robles centenarios que nos encontramos hasta llegar a la derruida casa donde mi madre vino al mundo.

No sólo por lo aislado que hoy en día es ese ¿pueblo?, ni por lo aislado que imagino que sería hace 60 años, cuando el pueblo más próximo estaba a 1 hora andando, cuando no había médico en las inmediaciones y lo que es peor no había dinero para pagar sus servicios. Cuando los niños se morían de pulmonía o tuberculosis y las familias tenían varios hijos "por si alguno no llegaba a hacerse mayor".

Mi abuela (de la que ya os he hablado más veces), también nació allí, en 1900. Ella siempre me contaba que cuando era pequeña recordaba haber pasado mucho miedo porque llegaba el fin del mundo, o eso decían la gente del pueblo. De repente un día anocheció en la mitad del día, los animales se pusieron nerviosos, los pájaros se asustaron y todo el pueblo se metió en sus casas esperando lo que tanto habían vaticinado el clero de entonces (que eran quienes realmente tenían el poder allí.. y en tantos otros sitios). El fin del mundo había llegado. O eso parecía. Pero no. Pasaron unos minutos, y la luz del día regresó. Todo el pueblo volvió a sus labores y, aunque asustados, continuaron con sus vidas. Yo recuerdo tener unos 11 años e intentar explicar a mi abuela lo que era un eclipse... Tiempo después, con Internet, confirmé que en 1905 tuvo lugar uno de los eclipses totales más vistosos en nuestro país.

... Pero realmente, mis pensamientos mientras "hacía camino al andar" se centraban en el camino que había hecho mi madre durante su vida. Todos los dramas que tuvo que pasar para salir de allí, la incomprensión de sus vecinos y su propia familia, más tarde la ida a la "gran ciudad" ¿Avilés?, el enamoramiento del "canalla" de mi padre (es encantador y se llevan genial, pero cuando era joven era un "castigador" y debería reconocerlo), la emigración a Suiza, el regreso a Gijón, la compra de su siempre soñado piso, mi nacimiento, y después todos los problemas que ya de mayor yo le he dado, preocupaciones, disgustos... hasta ahora. Estoy seguro que el sábado eso y mucho más tuvo que pasar por su cabeza. Ella caminaba por las ruinas del pueblo con una energía, nerviosismo y excitación poco acostumbrada en ella. Saltaba por las piedras en el riachuelo, nos explicaba lo que había aquí y allá antes, lo que hacían, cómo lavaban en el agua fría del río,...

Durante unas horas, me dio la impresión que volvía a tener 15 años, saltando, divirtiéndose... y no paraba de pensar en voz alta... "quién me lo iba a decir a mí!.., que volvería, con un hijo, una nieta, una nuera, mi marido, en coche... y que tendría la vida que tengo hoy... " y volvía a repetir... "quién me lo iba a decir a mí.... que iba a tener este hijo"...caminaba, saltaba, se sentaba... se reía... "quién me lo iba a decir a mí!!...".

Mamá, te quiero muchísimo, y aunque no leas esto, quiero que sepas (ya te lo he dicho muchas veces) que estoy orgullosísimo de la madre que tengo y que eres una de las personas (sino la que más) más valientes y bondadosas que he conocido. Felicidades... no sé muy bien por qué, pero Felicidades. Supongo que has conseguido lo que querías finalmente en tu vida. Te quiero.

3 Comentarios:

  • At 3:53 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Eres bello. Me hiciste llorar.

     
  • At 3:54 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Eres bello. Me hiciste llorar.

     
  • At 5:22 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Que bueno saber que eres tan feliz, te felicito por eso, se ve que eres una buena persona me lo dice su forma de expresarse.
    La verdad yo quisiera poder decir algo asi mio pero siento que hasta ahora no he hecho nada bueno.

     

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